Llamado para crear
La Creatividad: ¿Un Desorden o un Diseño Divino?
¿Alguna vez te han dicho que eres creativo, artístico? Si eres creativo, lo más probable es que la etiqueta de excéntrico, infeliz o desorganizado sea parte de esa percepción común sobre ser un artista.
Pues, de acuerdo a la Palabra—¡no hay nada más equivocado!
En el mismísimo principio, Dios creó los cielos y la tierra (Génesis 1:1). ¡Detente y siente el peso de esas palabras! La palabra en hebreo es Bara (ברא), una palabra reservada solo para Dios. Describe el poder impresionante de crear algo de la nada absoluta (ex nihilo): de fabricar el tiempo, el espacio y las leyes que los gobiernan. ¡Esa capacidad es únicamente de Él!
Sin embargo, la narración del Génesis nos dice que Dios formó a la humanidad a su imagen y semejanza. ¿Qué significa esto para ti? Significa que, a través de ese acto divino, Él depositó en ti, en cada persona, el poder de ser un co-creador con Él! Esa capacidad del Adám (אדם) (Ser Humano) de formar, transformar, inventar y crear no es un defecto; ¡es un reflejo brillante y audaz de una cualidad divina!
La Exuberancia del Plan de Dios
Hay un pasaje fascinante en el libro de Éxodo, que honestamente, ¡es de los más "aburridos" de toda la Biblia! Hablamos de 15 largos capítulos (Éxodo 25–39) donde Dios describe la construcción del Tabernáculo a detalle: medidas, materiales, decoraciones, y cantidades.
Mientras Dios da estas instrucciones minuciosas a Moisés en el Monte Sinaí... ¿qué hace el pueblo en la base?
Cansados, preocupados, ansiosos y desesperados ante la tardanza de Moisés, asumen que Moisés ha muerto y han sido abandonados por Dios. Olvidando las maravillas de Dios, ¡construyen un Becerro de Oro!
¿Te suena familiar? Cuando golpean la incertidumbre, el miedo y la angustia, buscamos el control desesperadamente. Nos apoyamos en nuestra carrera, nuestro éxito, nuestra salud o en nuestras propias estrategias limitadas.
Pero el plan de Dios no es el miedo; ¡es el Tabernáculo! Es el plan exuberante e innegociable de estar presente en medio de nosotros y restaurar la relación con Él. ¡No escatimó en gastos para Su presencia! Lino fino, pigmentos puros, oro, plata y bronce... Su proceso de diseño es una verdadera clase magistral de la metodología de diseño.
1-Orden y Método en Su Diseño
Cuando Dios diseñó el Tabernáculo, cada detalle tenía un propósito funcional, simbólico y profético—todo apuntando a Él. Él es el arquitecto definitivo. Fue específico hasta el color, material, peso, y dimensión, en fin, cada detalle de cada artículo.
¡En Su obra no hay sorpresas, atajos ni proyectos a medias! Él conoce el costo exacto y el total de materiales requeridos. (Una lección poderosa para nosotros: ¡Deja de dejar proyectos a medias por mala planificación!)
2-Provisión Para Construir Su Plan
El plan de Dios requiere recursos, sí, pero mira la poderosa forma en que otorga la provisión (Éxodo 25:2):
«Ordénales a los israelitas que me traigan una ofrenda. La deben presentar todos los que sientan deseos de traérmela.»
Dios te dice que pidas lo necesario para completar Su Plan. Es una contribución colectiva, voluntaria y suficiente. El líder que sirve a Dios pide con humildad y con certeza, confiando en que Dios moverá los corazones de aquellos que van a contribuir a esta obra..
Ahora, contrasta esto con el Becerro de Oro. El pueblo asustado construyó su ídolo por demanda (Éxodo 32):
Aarón respondió: —Quítenles los aretes de oro a sus mujeres, a su hijos e hijas, ¡y tráiganmelos!
¡Alerta! Si te exigen, extorsionan, arrancan o te hacen sentir miedo y culpa, ¡ese NO es el plan de Dios! Aún cuando te digan que es "para Dios”.
3-Habilidad y Maestria para Realizar Su Plan
Para llevar a cabo el plan, Dios no te deja que te las arregles tú solo. Asigna a quienes realizan los trabajos, los llena del Espíritu Santo y los infunde de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa. Bezalel es el primer artista mencionado por nombre en la Biblia, y la primera persona en ser llenada con el Espíritu Santo para un realizar trabajo (Éxodo 31:1-6):
“Toma en cuenta que he escogido a Bezalel... y lo he llenado del Espíritu de Dios, de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa para hacer trabajos artísticos en oro, plata y bronce... y realizar toda clase de artesanías.”
Su Proyecto Más Grande: Tú Eres el Tabernáculo
En el principio fue el Jardín, después el Tabernáculo, seguido por el Templo. Y finalmente el corazón de los creyentes. ¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? 1 Cor 3:16. Después de la obra redentora de Jesús, el velo se partió y el Templo dejó de ser el único espacio donde el Cielo y la Tierra existen. La paz se restauró, y ahora Dios existe en ti a través del Espíritu Santo.
Así que, aquí está tu desafío cuando te enfrentes al desierto de la incertidumbre: ¿Qué harás con tu capacidad creativa?
¿Construirás ídolos falsos, confiando en tus medios limitados, o te acercarás a Él en oración, entregando tus planes para recibir los Suyos? ¿Cuál es tu propósito en Su gran historia?
Esta vasta capacidad creativa es tuya desde el principio. ¡Decide hoy cómo la usarás! Cada día es un nuevo lienzo para la acción: Crea espacios, haz arte, toca música, lanza negocios, escribe libros, o prepara una comida con intención, ¡usa los dones que se te dieron!
Tu misión es honrar a Dios en todo e inspirar a otros. Usa tu hospitalidad, tu gracia, tu sonrisa, tu inteligencia y tu creatividad para bendecir al prójimo.
Si estás en un desierto hoy, pídele, al igual que a Bezalel, que te llene de Su Espíritu: de sabiduría, inteligencia y capacidad creativa. ¡Es hora de ir Firme y Adelante!
Referencia Versículos Biblicos:
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